Con muchos meses de antelación se fraguó esta visita a la ciudad Condal aprovechando que U2 pasaba por allí, y dado el alto número de fans incondicionales del grupo entre los veredianos, se organizó este viaje, cuyo aliciente principal era por supuesto la asistencia al concierto, pero que, aprovechando que era un recorrido largo se amplió todo lo que se pudo para disfrutarlo al máximo.
Lo primero, lógicamente, fue cuadrar agendas entre todos para poder asistir. La fecha señalada iba a ser en la semana del puente de octubre pero dependía de si podíamos disponer de entradas o no. Finalmente, tras arduos tiempos de espera pegados a los ordenadores y un poco de suerte, se pudieron conseguir para el último de los conciertos: sábado 10. Una vez en nuestro poder las 12 entradas, la logística corrió a cargo de Germán que gestionó tren y apartamento donde nos alojaríamos. Gracias por supuesto al resto que estuvieron en la medida de lo que les permitían sus obligaciones atentos a la compra de las mismas. Muy complicado esto.
Así pues, el viaje quedó organizado, ya digo, con muchos meses de antelación, para salir viernes mañana temprano, hacer dos noches, concierto sábado noche y vuelta domingo mañana. El tiempo que quedase por medio pues es lo que tuvimos para patear en lo posible Barcelona y disfrutar de su encanto. Qué pena que algunos quieran que no pertenezca a España...pero eso es otro cantar. A última hora Juan y María se apuntaron al finde y aunque sin entradas para el concierto, planearían algo alternativo, que ya veremos después.
Ya como anticipo os digo que el viaje salió redondo, tiempo inmejorable, viaje perfecto, apartamento impresionante y céntrico, buen ambiente y risas como siempre, concierto espectacular, minivisita a la ciudad chulísima. Ni unos ligeros dolorcillos de pies la última noche y cansancio al final de la primera fruto del madrugón enturbiaron lo más mínimo el finde. Podría escribir horas acerca de nuestra estancia en BCN pero no sería una entrada de este blog sino un testamento.
Y por supuesto, comimos y bebimos que es lo que nos ocupa aquí. Para no hacerlo muy largo seré escueto y conciso en la medida que pueda para que no se haga pesado y os mostraré algunos de los lugares que los veredianos visitamos estos días.
EL ANTOJO
Nada más llegar y hacer el chekin en el apartamento, preguntamos al chico que nos atendió y nos recomendó este sitio a escasos diez minutos de donde estábamos alojados. Decir que, al ser tantos, íbamos buscando restaurantes donde poder encontrar un menú y así evitar cartas que harían más complicado el tema. Pues sin pensarlo mucho y después de visitar las vermoutería de al lado nos dirigimos en su búsqueda después de haber llamado para reservar. Previamente, pues disponíamos de una horita, hicimos excursión guiada por Gumiel a la Sagrada Familia, emblema de la ciudad y que transmite todos los valores de la misma, cosmopolita, transgresora, adelantada a su tiempo, bella en definitiva. Y por supuesto en obras permanentes.
Situado en la calle Bailén, no muy alejado del centro, encontramos el local. De dimensiones reducidas y con un diseño modernillo, nos sorprende a primera vista varias cosas: un precio de menú por 12.95, un aforo completo con nuestra mesa larga preparada y buen ambiente. Siempre digo que los sitios si están llenos es por algo y este lo estaba, eso sí, para una afluencia de unas treinta personas. El trato de los camareros excepcional y supersimpatiquísimos, a la postre, padre e hijo y madre en la cocina.
Me sorprende nada más sentarme ver frente mío un macro póster de la oscarizada película Lo imposible dedicada por el director al establecimiento por "habernos alimentados tan bien en los meses de rodaje...." y al rato aparece por la puerta el mismo director JA Bayona que viene a comer en una mesa del fondo con una gente. Grata anécdota. Preguntado el camarero sobre qué hace por allí nos cuenta que viene mucho porque "aquí se come muy bien" y ya nos explica que fueron su catering en el rodaje. Solicitamos foto y antes de irse se ofrece a afotarnos todos con la ya recordada frase " la cámara allí..." Cómo se me ocurre decirle a un director de cine como hay que afotar. Nos comenta que está por BCN con motivo del festival de Sitges y que para el próximo año sale su nuevo proyecto. Seriote el tío eso sí pero muy amable.
LA DOLCA HERMINIA
El segundo día y tras un pateo importante por las arterias más típicas de la ciudad y después de visitar Casa Batlló, Pedrera, Plaza Cataluña, Ramblas, Barrio Gótico, Catedral...y más que nos hubiera dado tiempo, tocaba sentarse a comer. A nuestro guía turístico, Gumiel le habían recomendado este lugar situado en una pequeña calle paralela a Via Laietana a espaldas de la Direccion general de la policía. Tras un intenso debate, ya que, hambre unida a dolor de pies forman la tormenta perfecta, decidimos acercarnos para ver la posibilidad de comer algo. Hacemos una avanzadilla y vemos que se trata de un local muy grande con dos plantas y que está abarrotado. Como he dicho antes, por algo será. Nos ofrecen esperar al segundo turno y como hay otra vermouteria enfrente ni lo dudamos..jeje.
El menú también variado y todo bueno. El único pero es que las raciones eran muy escasas o así lo percibimos, quizás debido a que íbamos muertecicos y los estóomagos estaban al mínimo.
Pues eso, que todo bien de sabor pero si hay algún macdonals en la puerta lo mismo alguno entra.
DOSCIELOS
Aquí entra en acción Juanito que como dije al principio de esta entrada se unió más tarde al viaje y al no haber ya disponibilidad de entradas para el concierto, pues "malgastó" el tiempo de U2 en visitar a los "estrellados" y "televisivos" hermanos Torres. Todo lo que os cuente sobre este restaurante no viene de mi experiencia y sí de la de María sobre todo, que Juan es un manchego poco expresivo. Y es que oir de boca de María lo que experimentó en ese restaurante me hace la boca agua. Contrastes, texturas, explosiones de sabor en el paladar, excentricidades, experimentos, originalidad y en definitiva arte te llevan a un séptimo cielo de la gastronomía.
Reservado con mucha anterioridad vía telefónica ya que vía web no daba opción, está en la línea de lo que ofrecen estos restaurantes. Menús degustación con posibilidad de maridaje. Ambientes diáfanos con muy pocos comensales y cocinas abiertas que me encantan. Muchos platos, sorpresas y trato exquisito con el cliente.
Optaron por el menú degustación Otoño y haciendo uso del "yaquestamos" también hizo maridaje. Con dos cojones.

Se me cae la baba. Que arte.
Eso sí, los gemelos ni aparecer. Es lo que tiene ser famoso y si bien es cierto que no van a estar siempre en el local se agradece que un chef de esta alcurnia te salude en su casa. Por poner un pero.
La próxima vez que vayamos a BCN que ellos se vayan a un concierto de Loquillo y el resto nos venimos aquí.
Y hasta aquí todo lo que se puede contar en relación a esto del comer a nuestro paso por BCN.
Teniendo en cuenta que el motivo fundamental de la escapada era el concierto de U2, la verdad es que dio de sí el asunto para sólo disponer de dos días.
Bella ciudad que obliga a visitarla en más profundidad.
Conciertazo en toda regla.
Me hacéis muy feliz.
Visca U2, visca Barcelona, visca Cataluña, visca España, visca Vereda Alta.
By Joe.
Espectacular todo lo descrito. Muchas gracias Joe.
ResponderEliminarNo añado una coma,relato perfecto ;-)
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