domingo, 20 de diciembre de 2015

BUGUELASH...A LAS FALDAS DEL CASTILLO

DICIEMBRE ´15

 Llegado diciembre, todo el mundo busca su comida navideña. Ya en otra entrada hemos hablado de esto pero es que es la excusa perfecta para juntarse, comer o cenar y reirse un rato. En esas fechas, Alicante está de fiesta y es  de juzgado de guardia no aprovecharlo. Intentamos hacer algo, que esto está más parao que el Ikea, y buscar una fecha en que estuviéramos todos. Difícil tarea. De hecho, al final, decidimos una ya sabiendo que alguno faltaría, como así fue, ya que, Antonio no pudo asistir. Ahora se la cuento.

Había oido hablar de un restaurante o bar o gastrobar que ahora se hacen llamar todos, un tal Buguelash. Me llamaba la curiosidad lo que de él hablaban. Se encuentra situado en la zona del Plá, pasado San Antón y la verdad es que por muchas veces que pases no reparas en él. Son muy comentados sus menús, muy ajustados de precios y con platos espectaculares. De hecho, el menú del fin de semana es algo más caro pero incluyen un plato estrella como el cochinillo asado o el rabo de toro, e incluso pueden hacer determinados platos por encargo. Se ve que termina llenando y por eso es necesario reservar. Vamos que hay de todo como en botica. Así, que reservamos y al sitio.

 Como he dicho no nos costó encontrarlo pero sinceramente nunca nos habíamos fijado en él. Al entrar, una decoración modernilla y sencilla. No es un local grande y eso lo hace acogedor. Alguna mesa grande con comida de empresa y el resto casi lleno. Nos atiende una chavalilla, a la postre, la única que atendía las mesas, muy simpática y como pudimos ver a lo largo de la comida, muy eficiente, ya que ella sola se bastaba para hacer frente a todo el servicio. En la cocina, que se veía muy pequeña, un chico, que parecía el cocinero y otra chica. O sea, que como juan palomo...yo me lo guiso y yo me lo como. Aún así, y como pudimos comprobar el servicio muy bien. La chica nos ofrece inmediatamente sus menús, señal inequívoca de que es su punto fuerte, pero como siempre queremos la carta para probar muchos platos. La verdad es que creo que, independientemente de que los menús sean interesantes, creo que es un bar para picar muy bien. Elegimos lo siguiente:

papa con bacalao

brocheta de gambón y bacon

supernova de ternera con mermelada de kikos
pulpo laminado
huevos rotos con verdura

solomillo trinchado sobre base de verdura
Decir que todo estaba muy rico. Elaboraciones muy correctas y bien de sabor. Muy al tanto de lo que pasaba en la sala estaba el cocinero, pues al oírnos hablar de verdura, añadió a los dos últimos platos una base de verdura plancha en uno y champiñones y cebolla en otro. La supernova muy original con esa mezcla de sabores entre lo salado de la carne y lo dulce de la mermelada. La brocheta de gambón para mi gusto de lo mejorcito y la carne en su punto, perfecta. El vino:



Y para postrear pedimos una mousse de chocolate blanco, bizcocho de arroz con chocolate y el rollito vietnamita, una especie de rollito con chocolate negro y que había que bañar con una infusión de menta. Originalísimo. Los tres postres geniales. El bizcocho espectacular y la mezcla de menta y chocolate buenísima. Se nota quien eligió los postres....por lo del chocolate.

mousse de chocolate blanco
rollito vietnamita
bizcocho de arroz
Unos carajillos para culminar y con la sensación del deber cumplido.



Comida muy agradable, con un servicio acorde. Una pequeña confusión con una ensalada de salazones inmediatamente solucionada. Gente muy simpática. Precio más que aceptable. Saludamos al cocinero y lo felicitamos por su cocina. A veces, poca gente y bien avenida, un poquito de ingenio, querer hacer bien las cosas y mucha imaginación, hacen de pequeños bares como este sitios totalmente recomendables.  Y más cuando uno sale de allí como jefe de sala o dueño de restaurante...jajajaja...anécdota curiosa. Habrá que volver con Antonio.

Y ya con el estómago lleno a ver como estaba la ciudad y si estaba todo en orden.



 Algunos nos retiramos temprano pero mis compañeros hicieron una pequeña incursión en el mundo enológico de Esteban de la Rosa. Si es que no tienen fin.

 Como siempre...fue un placer.

By Joe.











domingo, 8 de noviembre de 2015

CANALLA BISTRO... VALENCIA

NOVIEMBRE/15

 Casi sin pensarlo ni planearlo, nos encontramos con un sarao caído del cielo que por supuesto fue bienvenido. La ciudad del Turia, últimamente está tomando protagonismo y allí nos dirigimos como digo, dicho y hecho. Aprovechando, como siempre, que Antonio desarrolla sus quehaceres por esos lares, y que yo mismo me encontraba esa semana también por allí por motivos profesionales, Germán tiró la caña a ver si picaban y picaron. Sólo Juan por motivos personales no podía participar de la quedada pero para eso está este blog...para contárselo. La próxima.
 Así que planeamos un día completo valenciano. La idea fue aprovechar el día para comer en algún sitio chulo y acercarnos al, en el momento en el que escribo, extinguido master de tenis en su día 500, este año 250 y como he dicho ahora finiquitado. Un proyecto hace unos años importante que aspiraba a ser master 1000 pero que con el tiempo ha tenido que echar el cierre. Como tantas y tantas cosas que se montaron en Valencia fruto de la unión PP y años de bonanza y que ahora tristemente desaparece. Falta de financiación, afición, ni siquiera se puede hacer en el Agora sino en una carpa prefabricada contribuyen. Además ese día jugaba Willi García López, amiguete de Germán que entrena en el Arena y que este año ha conseguido colocarse entre las treinta mejores raquetas del mundo.



 Para comer decidimos acercarnos al Canalla de Ricard  Camarena. Ya habíamos estado en su restaurante anteriormente y nos quedó ese puntillo de ganas de visitarlo en otra ocasión.


 Pues ese era el plan. Curro por la mañana. Germán que había venido antes sacaba entradas y quedábamos para ver algún partido antes de comer. Comida y vuelta a ver más tenis y alguna copica por la ciudad para terminar.

 Después de ver algo de tenis por la mañana, nos dirigimos a buscar el restaurante que a la postre no estaba tan lejos de donde nos encontrábamos. Buscando la calle, pasamos primero por el restaurante de Camarena que visitamos en Fallas, y resulta que el Canalla estaba justo el la misma manzana pero dando a otra calle perpendicular. Por supuesto habíamos reservado y al entrar vimos que estaba lleno, que para ser un día entre semana, dice mucho. Mucho habíamos leído de este restaurante, y la verdad es que todo se ajustaba en principio a lo vimos. Nos llamaba la atención lo del "restaurante más ecléctico de Ricard Camarena" y a la postre lo es. Una mezcla de ambientes que no sabes si estás en una taberna, en un mejicano, en un burguer o en un japonés. Totalmente incalificable y encasillable en ningún tipo de restaurante. Una decoración que tampoco es homogénea, como una mezcla de decoraciones que se han ido solapando y que no te permiten calificar de una forma u otra. Vamos, como si amueblas el salón de tu casa mitad con muebles de Ikea y mitad de Roche Bobois, que no pegan ni con cola. Pues aquí se consigue la armonía dentro de la variedad. Una ambiente oscuro con paredes negras donde aparecen en tiza dibujos o la propia carta, o hueveras de cartón de toda la vida. Cajas de madera colgando del techo, mesas bastas de madera, paredes de pizarra o madera. En definitiva, algo totalmente atípico porque no guarda una homogeneidad pero que resulta muy original. Una barra nada más entrar por si quieres tomar algo de pié. Original el cubo de gominolas que había. Terminé con ellas jajaja. Y el personal muy joven, informal en atuendo, de negro y vaqueros que le siguen dando un  ambientillo chulo. Os muestro algunas fotos, aunque no son mías para que os hagáis una idea.






 Por supuesto, cocina abierta a la sala que no me canso de repetirlo me encanta.


 A la postre, después de ver el local, ves la carta y ya sí que flipas en colores porque no se parece en nada a ninguna carta que haya visto nunca.
 Si te pones a comparar los dos camarenas, ves que el restaurante es su universo creativo donde da rienda suelta a su arte y ofrece una cocina más sofisticada, servicio más exquisito, acorde con un michelín típico. Sin embargo, el Canalla creo que es su versión más golfa donde se desinhibe y creo sencillamente que es donde mejor se lo pasa. Es mi opinión. Además, las cocinas de ambos locales están comunicadas y de hecho apareció por allí  Ricard, certificando que todo estaba ok.

 Volviendo a la carta y a la hora de pedir, vemos que hay dos menús muy asequibles de precio, uno individual y otro a compartir muy completos. Como el lugar es oscuro, ver no veo muy bien y que nos gusta probar de todo, pedimos opinión a la chica que amablemente nos atiende para que nos dé pistas y nos ajuste un menú. Repito, la carta es la bomba. No sabemos por donde empezar. Cuando te sacan del entradas, pescados, carnes y postres te vuelves loco pero aquí más. A primera vista mucho toque oriental, sudamericano, mejicano, japo, chino, neoyorkino....una locura. Tienes que venir diez veces para probar todo. Cucuruchos, ensaladas, suquet, salsas coreanas, chinas, vietnamitas, tacos mejicanos, tartar, hamburguesas, productos ecológicos, mozzarellas de bufala, sashimis, tatakis, la vaca gallega que no falte, rollitos, una pasada. Infinidad de elaboraciones con los productos más diversos que te puedas imaginar. Así, que más perdidos que Marco Polo, le decimos a la chica que nos ajuste un menú. Y en esto quedó la cosa:
 Tras unas cervezas, comenzamos por el cucurucho crujiente de salmón, aguacate y wasabi. Muy original en su diseño y fresco al comer.




 Seguimos con unas croquetas de pollo al l´ast. A priori lo que parecía más sencillo y literalmente para comerse media docena. Espectaculares.


 Pedimos un canelón de aguacate relleno de tartare de bonito muy fresco también.


 Nos pareció original y además nos lo recomendó, el bocata al vapor de cerdo pekín. Este ya era un plato caliente.




 Continuamos con el tartare picante de atún rojo con arroz de sushi templado. Aquí fallamos un poco porque pensamos que era un tartar de los de siempre pero la mezcla con el arroz como que no nos entraba por los ojos. Bueno, eso sí.


 Para culminar probamos dos tacos mejicanos. El de rabo de toro y setas y el de cochinita pibil. Picantones.


  Para beber, Maduresa del 2009 y alguna copa de Malkerida.

 Lo de los postres era una auténtica lotería porque no sabes muy bien que te vas a encontrar, así que fuimos sobre seguro y pedimos, como no algo con chocolate, en esta ocasión nuevas texturas de chocolate 2015, que así se llama la criatura. A mi juicio, uno de los postres de chocolate mas impresionantes que he probado nunca. Exquisito. Y torrija caramelizada con helado de mantecado. Idem.


 Como veis, menú completo, todo sabrosón con mucha salsa y toque picantillo. Original y variadísimo. Te obliga a volver para probar otras cosas. Ya os digo que lo de la carta es algo fuera de lo normal. De precio bien. Si te vienes arriba puede que se te suba pero si lo tienes claro muy asequible.
 Unos cafés, sobremesa y rápidos al tenis.




Recomendable por supuesto.



 Tras el ágape, raudos y veloces hasta el Agora para ver el partido de Willi, en esta ocasión contra un japonés afincado en Valencia. Ambiente pelín soso y partido facilón para el albaceteño. Con raquetas del veinte para arriba le dan que no veas, ver al Djokovic tiene que ser la pera limonera. Por supuesto, acceso a la zona mixta.





 Y para finalizar, la sorpresa de la noche vino de mano Urbana de Exteriores, empresa puntera en su sector que ese día inauguraba sede en Valencia, y donde el bueno de Rubén desarrolla su trabajo contribuyendo como he dicho a que sus proyectos sean una referencia ya a escalas muy superiores a las locales. Sirva como ejemplo una de sus últimas bombas: el suri shelter. Pedidos de Naciones Unidas al mas alto nivel son una muestra de su innovación tecnológica.



Toda esta publicidad, para compensar la jartá de jamón, vino y en mi caso pastelitos que nos pegamos a cuenta del evento donde pasamos un buen ratico en compañía de nuestro amigo. Ya en serio, me gusta que a la gente que conozco le vaya bien, y a los que no conozco también.


 Pues eso fue todo. Día completo con un amago de aneurisma encefálico de Antonio....vaya paliza tiene el hipocondríaco, y como siempre buen ambiente...al final nos va a gustar Valencia. Tempranico a dormir a Villa Muñoz que al día siguiente había que seguir contribuyendo a la prosperidad de este país nuestro.

Como siempre...un placer.

By Joe.




sábado, 17 de octubre de 2015

BCN-U2

OCTUBRE/15

 Con muchos meses de antelación se fraguó esta visita a la ciudad Condal aprovechando que U2 pasaba por allí, y dado el alto número de fans incondicionales del grupo entre los veredianos, se organizó este viaje, cuyo aliciente principal era por supuesto la asistencia al concierto, pero que, aprovechando que era un recorrido largo se amplió todo lo que se pudo para disfrutarlo al máximo.

 Lo primero, lógicamente, fue cuadrar agendas entre todos para poder asistir. La fecha señalada iba a ser en la semana del puente de octubre pero dependía de si podíamos disponer de entradas o no. Finalmente, tras arduos tiempos de espera pegados a los ordenadores y un poco de suerte, se pudieron conseguir para el último de los conciertos: sábado 10. Una vez en nuestro poder las 12 entradas, la logística corrió a cargo de Germán que gestionó tren y apartamento donde nos alojaríamos. Gracias por supuesto al resto que estuvieron en la medida de lo que les permitían sus obligaciones atentos a la compra de las mismas. Muy complicado esto.

 Así pues, el viaje quedó organizado, ya digo, con muchos meses de antelación, para salir viernes mañana temprano, hacer dos noches, concierto sábado noche y vuelta domingo mañana. El tiempo que quedase por medio pues es lo que tuvimos para patear en lo posible Barcelona y disfrutar de su encanto. Qué pena que algunos quieran que no pertenezca a España...pero eso es otro cantar. A última hora Juan  y María se apuntaron al finde y aunque sin entradas para el concierto, planearían algo alternativo, que ya veremos después.




 Ya como anticipo os digo que el viaje salió redondo, tiempo inmejorable, viaje perfecto, apartamento impresionante y céntrico, buen ambiente y risas como siempre, concierto espectacular, minivisita a la ciudad chulísima. Ni unos ligeros dolorcillos de pies la última noche y cansancio al final de la primera fruto del madrugón enturbiaron lo más mínimo el finde.  Podría escribir horas acerca de nuestra estancia en BCN pero no sería una entrada de este blog sino un testamento.



 Y por supuesto, comimos y bebimos que es lo que nos ocupa aquí. Para no hacerlo muy largo seré escueto y conciso en la medida que pueda para que no se haga pesado y os mostraré algunos de los lugares que los veredianos visitamos estos días.

 EL ANTOJO

Nada más llegar y hacer el chekin en el apartamento, preguntamos al chico que nos atendió y nos recomendó este sitio a escasos diez minutos de donde estábamos alojados. Decir que, al ser tantos, íbamos buscando restaurantes donde poder encontrar un menú y así evitar cartas que harían más complicado el tema. Pues sin pensarlo mucho y después de visitar las vermoutería de al lado nos dirigimos en su búsqueda después de haber llamado para reservar. Previamente, pues disponíamos de una horita, hicimos excursión guiada por Gumiel a la Sagrada Familia, emblema de la ciudad y que transmite todos los valores de la misma, cosmopolita, transgresora, adelantada a su tiempo, bella en definitiva. Y por supuesto en obras permanentes.

 Situado en la calle Bailén, no muy alejado del centro, encontramos el local. De dimensiones reducidas y con un diseño modernillo, nos sorprende a primera vista varias cosas: un precio de menú por 12.95, un aforo completo con nuestra mesa larga preparada y buen ambiente. Siempre digo que los sitios si están llenos es por algo y este lo estaba, eso sí, para una afluencia de unas treinta personas. El trato de los camareros excepcional y supersimpatiquísimos, a la postre, padre e hijo y madre en la cocina.
 Me sorprende nada más sentarme ver frente mío un macro póster de la oscarizada película Lo imposible dedicada por el director al establecimiento por "habernos alimentados tan bien en los meses de rodaje...." y al rato aparece por la puerta el mismo director JA Bayona que viene a comer en una mesa del fondo con una  gente. Grata anécdota. Preguntado el camarero sobre qué hace por allí nos cuenta que viene mucho porque "aquí se come muy bien" y ya nos explica que fueron su catering en el rodaje. Solicitamos foto y antes de irse se ofrece a afotarnos todos con la ya recordada frase " la cámara allí..." Cómo se me ocurre decirle a un director de cine como hay que afotar. Nos comenta que está por BCN con motivo del festival de Sitges y que para el próximo año sale su nuevo proyecto. Seriote el tío eso sí pero muy amable.


 A lo que íbamos. Como he dicho un menú con cinco primeros y cinco segundos, una bebida, café y postre. Sólo se incrementó, como siempre, por los vinícolas...jajaja. A posteriori decir que pedazo de menú por calidad, cantidad, precio, servicio y sabor. Para variar,  nos quedamos los últimos y conocemos a la cocinera y como no....murcianicaaaa de Cehegín. Os pongo fotos de los platos que pedimos. A saber, premio a plato del día creo que se lo llevó una sopa de ajo espectacular y suave  compartido con el confit de pato que parece ser causó sensación. Yo, que fui el único que pedí callos tengo que decir que sabían a gloria y nada pesados. Verdura, ensaladas, sepia, tartar de salmón, pescado, pasta con morcilla....fueron otros platos que probamos. Ahí van...















 Como he dicho, buena comida, buen producto, acompañado de unos camareros majetes cien por cien, hacen que este restaurante lo recomendemos por supuestísimo. Cuando volvamos repetimos.

 LA DOLCA HERMINIA

 El segundo día y tras un pateo importante por las arterias más típicas de la ciudad y después de visitar Casa Batlló, Pedrera, Plaza Cataluña, Ramblas, Barrio Gótico, Catedral...y más que nos hubiera dado tiempo, tocaba sentarse a comer. A nuestro guía turístico, Gumiel le habían recomendado este lugar situado en una pequeña  calle paralela a Via Laietana a espaldas de la Direccion general de la policía. Tras un intenso debate, ya que, hambre unida a dolor de pies forman la tormenta perfecta, decidimos acercarnos para  ver la posibilidad de comer algo. Hacemos una avanzadilla y vemos que se trata de un local muy grande con dos plantas y que está abarrotado. Como he dicho antes, por algo será. Nos ofrecen esperar al segundo turno y como hay otra vermouteria enfrente ni lo dudamos..jeje.






 Local muy bonito con toques clasiquillos pero con muy buen ambiente con dos plantas y repito a  tope. Vemos un menú por 20.95 que parece interesante. Después de cervecear al lado nos toca entrar pasadas las tres y pico de la tarde, vamos que alguno estaba ya pasaico del hambre.

 El menú también variado y todo bueno. El único pero es  que las raciones eran muy escasas o así lo percibimos, quizás debido a que íbamos muertecicos y los estóomagos estaban al mínimo.














  Pasta, crema de puerros, verdura, y carnes. El pato aquí está en todas las cartas, aunque estuvo mejor el día anterior. Entraña y atún muy buenos también. De postre, cubanito de chocolate, fruta  o crema catalana.
 Pues eso, que todo bien de sabor pero si hay algún macdonals en la puerta lo mismo alguno entra.

 DOSCIELOS

 Aquí entra en acción Juanito que como dije al principio de esta entrada se unió más tarde al viaje y al no haber ya disponibilidad  de entradas para el concierto, pues "malgastó" el tiempo de U2 en visitar a los "estrellados" y "televisivos" hermanos Torres. Todo lo que os cuente sobre este restaurante no viene de mi experiencia y sí de la de María sobre todo, que Juan es un manchego poco expresivo. Y es que oir de boca de María lo que experimentó en ese restaurante me hace la boca agua. Contrastes, texturas, explosiones de sabor en el paladar, excentricidades, experimentos, originalidad y en definitiva arte te llevan a un séptimo cielo de la gastronomía.



  Reservado con mucha anterioridad vía  telefónica ya que vía  web no daba opción, está en la línea de lo que ofrecen estos restaurantes. Menús degustación con posibilidad de maridaje. Ambientes diáfanos con muy pocos comensales y cocinas abiertas que me encantan. Muchos platos, sorpresas y trato exquisito con el cliente.





Optaron por el menú degustación Otoño y haciendo uso del "yaquestamos" también hizo maridaje. Con dos cojones.




 Y a partir de ahí a dejarse llevar y disfrutar con cada sorpresa de plato, cada uno con su toque personal, maridajes con caipiriña, gintonics que se comen, la madre el hijo y el espíritu santo. Como diría Visen, en la virgen niño....mejor os enseño los platos.
















 Se me cae la baba. Que arte.
 Eso sí, los gemelos ni aparecer. Es lo que tiene ser famoso y si bien es cierto que no van a estar siempre en el local se agradece que un chef de esta  alcurnia te salude en su casa. Por poner un pero.

La próxima vez que vayamos a BCN que ellos se vayan a un concierto de Loquillo y el resto nos venimos aquí.


Y hasta aquí todo lo que se puede contar en relación a esto del comer a nuestro paso por BCN.

 Teniendo en cuenta que el motivo fundamental de la escapada era el concierto de U2, la verdad es que dio de sí el asunto para sólo disponer de dos días.

 Bella ciudad que obliga a visitarla en más profundidad.















 Conciertazo en toda regla.







   Y como siempre buen ambiente y armonía perfecta.








 Me hacéis muy feliz.
 Visca U2, visca Barcelona, visca Cataluña, visca España, visca Vereda Alta.






By Joe.