Como en los partidos de Copa del Rey...a ida y vuelta. Así juega la peña. Tocaba visitar los dominios de Pedrito, allá en su tierra adoptiva, y allí nos fuimos. Tiempo hacía que no lo visitamos y la verdad, no está tan lejos para escaparse e incluso si eres muy valiente volverte en ese mismo día. Nosotros somos de todo menos valientes así que decidimos hacer noche.
Ni qué decir tiene lo que costó cuadrar agendas para dicho menester, que cada día nos hacemos más periflús...que si juega Fiji-Escocia, que si tengo que acostar a los niños, que si tengo partidito de pádel, que si tengo treinta compromisos de cenas, comidas, desayunos y almuerzos...y por supuesto, Pedrito que no libra los sábados que quisiese, o sea todos, y por tanto, restringe mucho más el campo. Siempre y cuando no tenga que podar los abetos. Vamos, que el único que presentaba problemas serios era un servidor que se dedica a trabajar y levantar este país. Aún así, conseguí hacer un hueco para semejante fiesta. De ésta no hablaré mucho que si no me tiro dos días y además este es un blog de eso del comer y por tanto iremos al grano. Que es mucho porque lo de comer y Albacete es un flipar permanente.
Como siempre, la logística un desmadre. Nos lo pasamos mejor dos días antes planeando porque es un descojono. Finalmente, El Yuyu, se ofreció amablemente a conducir, acto que le honra, y así quedamos para salir, como siempre del mismo sitio, el Altamira. Gran putada inicial del Yuyu que no quiso pasar por el Feli, gran comodón, y que no llegó a mayores dada la bondad de los dos sujetos. El Gambica nos esperaba donde siempre y el Sumico en su casa que pillaba de paso. Todos como criaturicas con la maletica y salvo el Yuyu que anduvo dando vueltas a Salesianos media hora cuando yo estaba en su puerta, todos en hora para la marcha.
Viaje distendido y expectante ante lo que nos tenía preparado el amigo en tierras manchegas. Ni qué decir tiene que de no trabajar en esto de los ojos podría dedicarse a eso del protocolo y organización de ágapes. No creo que haya nadie que le ponga más ganas que él. Y por supuesto, como en la tómbola, siempre toca...regalicos para todo el mundo que no falten. Sabíamos que no iba a faltar detalle y por supuesto que no iba a defraudar, así que nos dejamos llevar.
Llegada al hotel, checkin y puesta en marcha al centro donde nos esperaba el amigo puesto que ese día le tocaba currar. Todo era sorpresa y por tanto, hasta el final no sabíamos donde comer. Mientras que terminaba su jornada laboral hicimos boca al lado de Tejares con unos tentempiés.


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ensalada con viruta de foie y rúcula |
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tosta de foie plancha con viruta de pistacho y cebolla confitada |
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sardinas ahumadas con guacamole |
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alcachofas con ventresca, anchoas y escalibada |
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arroz caldoso con pularda |
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cordero manchego a baja temperatura con cuscus y salsa de cereza |
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torrija de pan brioche con crema inglesa |
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textura de chocolate |
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degustación de helados caseros |


Muy pero que muy completo. Decir que todos los platos estaban de diez. Quizás el arroz, del que por cierto Pedrito repitió, era el más flojo. Buenas elaboraciones y muy bien de sabor. Para mí, la tosta espectacular así como el cordero y por supuesto los postres. Yo pedí la textura de chocolate y sigo flipando en colores pasados los meses. Nos pusimos finos. Cierto es que el precio no fue barato a simple vista pero es de esos días que dado lo que has comido te parece baratísimo. Relación calidad precio espectacular. El servicio muy bueno y rápido a pesar de tener comuniones. Vinos para aburrir y la atención de los camareros chapeau. De hecho, a Pedrito le dejaron traer una botella de ron de cereza, joya de la corona de las tierras extremeñas de Hervás, de donde es su familia política y allí nos la bebimos sin nigún problema. En ningún sitio te permiten esto. Así que carajillo y copas.
Por todo esto, le ponemos nota alta al restaurante y por supuesto al logístico del día. Totalmente recomendable. Elaboraciones muy cuidadas, bodega espectacular, servicio superagradable, entorno relajado y cómodo y relación calidad precio muy aceptable. Que si quieres pedirte una pizza pues también lo tienes fácil allí mismo. Muy buena elección.
Lo que pasó después de la comida pues lo de siempre pero este no es el foro adecuado para contarlo. Mucha fiesta en Albacete. Muchas despedidas de solter@ y marchica de la buena toda la tarde.
Al final, para ya rematar la faena...más comer, que Pedrito se había quedado con hambre. La Virgen Santaaaa. Ahí ya desconecté pero fuimos a un antro de nombre La corrala. Me pareció oír algo de oreja, queso frito, alguién que se cayó de la silla, vino que mancha.... no sé a lo mejor lo soñé pero lo siento, ya no estaba para estos menesteres. De hecho, algún documento gráfico tengo del fin del día que llegó a mis manos pero como dije al principio éste es un blog gastronómico. No ha lugar.
Día muy largo. Mucho comer, mucho beber, mucha fiesta y como siempre VISITE ALBACETE UNA VEZ AL AÑO.
Día de lo completos, de los buenos, de los que nunca debemos dejar de promover, de los que unen más si cabe nuestra ya longeva relación, de los que nos acordaremos el resto de nuestros días como aún nos acordamos de los que ocurrieron hace treinta años. Así, que hasta la próxima..pero la cena la podemos ahorrar por favorrrr.
Un placer como siempre y no me canso de repetir.
By Joe