domingo, 26 de septiembre de 2021

LA MAÇANA, MENJARS I ART....Nueva normalidad..o eso esperemos

 Holaaaaa????? Alguien por ahí????

Pues sí...aquí estamos de nuevo...mucho tiempo ya sin escribir y la verdad se hacía extraño. Haciendo un repaso al blog veo que la última entrada data del 2018. Bufffff. Es cierto que tuvimos un parón puramente técnico, o sea, vago que estaba uno para escribir. Sin embargo, material hubo mucho y muy variado, aunque no quedó plasmado aquí.

 El 2019 pasó desapercibido para todos los fanáticos lectores de mi blog por todo el mundo que sé que estaban esperando como agua de mayo el despertar de mi pluma.

 Y llegó el 2020.... y ya sí que se fue todo al garete.  Pienso en la última quedada prepandemia que fue, si no recuerdo mal, en enero del 2020 en Albacete. Fue en El Callejón de los Gatos donde comimos y sinceramente....no recuerdo dónde cenamos...o si llegamos a cenar. El tequila me borró la memoria. A partir de ahí, como he dicho, puto covid y nada que no sepáis....confinamiento, restaurantes cerrados...desastre. Es cierto, que hemos hecho alguna incursión en este tiempo, aunque todo muy light. No hemos perdido tradición con la comida del bogavante de julio en Alfaz, alguna comida de terraza a 8 grados de infausto recuerdo y algún picoteo sencillo. Todo muy limitado por las continuas restricciones de esta pandemia.

Pero mira tú por donde, una botella de uno de los mejores tequilas del mundo, Don Julio, iba a desencadenar en una quedada que nos ha hecho subir la moral y que creemos y queremos que sea el inicio de una nueva realidad, porque lo de normalidad me da que no será posible. Ojalá me equivoque.... 

Y todo viene porque nuestro intelectual de la peña, el Yuyu, por fin, consiguió su plaza de titular docente en la UMH hace ya bastantes meses. Ha costado....pero al final hemos hecho de él alguien provechoso para la sociedad. Aunque, lo mismo lo prejubilan pronto, luego será el personaje más provechoso y fugaz que haya tenido. Y pensó que con una botellica de tequila iba a solucionar el asunto. Que nooooo iluso...que te tienes que pagar un homenaje mucho más lustroso. Pero como inicio no estaba mal. Pero claro, no había forma, con tanta restricción, incidencias y rollos. Así que, el tequila pasó a añejo por el mero transcurso del tiempo.

Y en esto, aparece el manchego ilustre de adopción, Pedrito, que, entusiasmado con las nuevas libertades que el Sr PUIG nos concede, se aventura a montar un sarao en Alicante. Y lo hace de la forma más déspota y totalitaria que existe. Fija fecha y hora y a tomar...Cierto es que como anfitrión se las pinta solo pero que venga él a organizar a la Terreta como que no. Tengo que decir que nos ahorramos tres mil gigas en datos de guasap. Cero opiniones, cero preferencias, cero excusas. Es más...no nos dijo ni el sitio donde íbamos a comer. Lo único que nos dijo fue el lugar de quedada...nada nuevo...Altamira de toda la vida y la hora. 

Y tras unas cervezas y con la incógnita de saber dónde había reservado, finalmente, se despejó la duda. El lugar elegido era La Maçana. Muy fuerteeeee. Hemos pasado por delante de la puerta cualquiera de los seis unos mil millones de veces en esta corta edad que nos acompaña. Y nunca hemos entrado. Yo, la verdad, alguna buena referencia tenía, pero como somos en general tan borregos, si no está en el centro parece como que no es guay. Pues error al canto.

Nos dirigimos al restaurante, lógicamente andando, después de la entrega habitual de los regalicos de Pedrito. Y a partir de ahí, al tema. Nos atiende María, simpatiquísima,  responsable del restaurante y ahí ya sabemos que el tío este ya había gestionado hasta el menú. Me río yo de Napoleón. Nos acompañan hasta el, parece ser, salón principal del restaurante. El local tiene forma de U. Puedes entrar por la barra o por la terraza. Entrando tienes una barra larga que desemboca en el salón que os he dicho. Nos sorprende la decoración. Una mezcla de estilos que no obedecen que yo sepa a ninguna corriente o similar. Mosaicos, tallados de madera o piezas de metal, esculturas, un cuadro de un avión que, deformación profesional, me encanta...muy original. María nos explica que toda la decoración es obra del dueño del restaurante, faceta que parece ser compagina con la de los fogones. Dando la vuelta a la U está la zona de reservados. Ideal para celebraciones con más intimidad o comidas de negocios. Hasta algún mobiliario está diseñado por el artista de la casa. No puedo poner todas las fotos de las diferentes obras pero sí os recomiendo que entréis en su página de facebook. Buen ambiente. 


Como he dicho, el menú estaba cerrado. Un guiño a algunos de los últimos acontecimientos. Para empezar, Pedrito suprimió todo plato que tuviese queso. Que a Felipe sus padres de pequeño no le enseñaron que hay que comer de todo, y la verdad, a estas alturas no tiene solución. Que le haga ascos a la octava maravilla del mundo gastronómico tiene una paliza que no veas. En fin. Hizo aparición también el pato. Gran anécdota de la peña de hace tiempo ya, que el Gambica ha sabido rentabilizar. Y por supuesto, las cosas raras del Sumico. Su piedra para hacer la carne que tanto le van a él estas cosas. La verdad, no se muy bien cual es la especialidad de la casa, y es por eso, que creo que volveremos para investigar un poco más. Yo particularmente, no soy de menú. Me gusta probar muchas cosas pero he de decir que conociendo a la peña creo que, a veces, es acertado porque no tenemos fin y se nos va de madre. Y si además, Pedrito consideró que debía ser así yo mutis.
Os pongo fotos de los platos del menú y comentamos:

delicia de capellán con bechamel y mermelada

tomate trinchado con ventresca de atún

pulpo a la brasa

muslitos de codorniz con salsa pedro ximénez

entrecot de buey a la piedra

magret de pato





vino de la tierra





Como véis, un menú completo. Con cervezas y vino de Alicante. Un Tarima que nunca falla. Postres y café. Gentileza de la casa orujos para desatascar. De todos los platos uno para cada tres, luego hambre cero.
Como siempre, hay que destacar un plato estrella. Y en, este caso, por unanimidad el ganador fueron los muslitos de codorniz. No soy yo mucho de pajaricos pero he de reconocer que estaba exquisito. Tiernos y con una salsa que Pedrito no dejó que se llevasen hasta que rebañó con pan toda la fuente. Nos gustó mucho el entrante de capellán. Ensaladas generosas y la carne muy tierna.  Las piedras térmicas ideales para que el Sumico jugara un poco. De los postres destaco la ensaimada con chocolate y el tocino de cielo. En general, más que aceptable. El precio también acorde con lo que comimos y más teniendo en cuenta que la bebida estaba incluida. Como he dicho, al ser menú cerrado no vimos ni siquiera la carta y es por eso que creo que volveremos pronto. Tengo la sensación de que hay mucha variedad y es tan posible comer por un precio razonable o bien venirse muy arriba y darte un homenaje. Cada uno....
Ningún pero.




El servicio impecable y el ambiente muy relajado. A pesar de que había varias mesas, poco ruido solo alterado por nuestras excéntricas risas.
María nos comenta que van a poner en marcha una nueva iniciativa a partir de mediados de octubre con cenas y música en directo los viernes por la noche. Previa reserva y con variedad de estilos cada noche. Pinta bien. A lo mejor, uno de esos viernes aparecemos por allí. Esperemos que vaya de lujo y el mejor de nuestros deseos.



En definitiva, éxito absoluto de Pedrito, con oreja y rabo. A partir de ahora vamos a organizar estos saraos de esta forma....uno elige lugar, menú y hora...la de tiempo que hemos ahorrado.
Restaurante totalmente aconsejable de visitar. Parece mentira que nunca hubiésemos entrado. Os muestro alguna fotillo de las salas y la vinoteca.









Y bueno.....volviendo al inicio de esta entrada que ya se me olvidaba. Todo esto comenzó por una botella de Don Julio....Por supuesto dimos debida cuenta de ella no muy lejos de allí. A escasos cien metros. Y es que todavía no están las cosas para muchos roces ni apreturas. Aunque todo llegará. De momento, nos conformamos con ir viendo la luz que no es poco. Que todos los restaurantes comiencen a funcionar que es lo principal y poco a poco nos vayamos soltando sin perder nunca el respeto. Yo la verdad, pienso que estamos ya en ese punto de inflexión.
 Si algo hemos aprendido de estos dos años es que lo importante está en saber apreciar los momentos que disfrutamos y, por eso, es fundamental no perder nunca las ganas de juntarse y reír. Llevamos treinta años así.

el origen de todo esto


Para terminar, como siempre....fue un honor disfrutar de este día con vosotros. Y no ser ilusos....NINGUNO OS VAIS A PREJUBILAR. Que el Sr Sánchez no quiere.
Fin de noche amena, aunque algunos tuvimos que abandonar porque el domingo tocaba trabajar para pagar vuestras jubilaciones. Me cuentan que volvisteis al restaurante a cenar algo....no tenéis fin. Y me contaréis en la próxima cabrones.



Fue un placer
By Joe