domingo, 7 de mayo de 2017

POLSKA

De nuevo por aquí para escribir algo, que hace tiempo que no estamos muy fructíferos. Aunque material tenemos, falta de tiempo y por qué no decirlo de ganas hacen que el blog esté paraico.

En esta ocasión voy a hablaros de unos cuantos sitios en los que estuvimos en el reciente viaje que hicimos " veredianos around the world" a Polonia, y concretamente a dos de sus ciudades más emblemáticas: Varsovia y Cracovia. Antes de comenzar unas puntualizaciones. En primer lugar, el que se disponga a leer esto y tenga prisa, que lo deje para otro momento que me da que se me va a hacer largo, ya sabéis en que nos parecemos un servidor y una persiana. Es cierto, que también hay muchos lugares y el contenido es grande. En segundo lugar, por qué. Pues porque me da la gana....nooooo jejeje. Pues porque creo que puede ser interesante para todos esos millones de seguidores de este humilde blog y que se encuentren en la tesitura de realizar un viaje a estas ciudades. Hay muchos "restaurantes que debes conocer...", " los diez mejores restaurantes...", por supuesto el trypadvisor, y en definitiva muchas guías de restauración en internet. Bla, bla, bla...en comparación con este blog no tienen ni por donde empezar. Si habláramos de  ciudades más bestias como París, Londres o N York, ni se me ocurriría escribir nada, pero estas ciudades, a pesar de tener una oferta impresionante, son muy de estar por casa y creo que puede ser útil para al menos hacerse una idea de lo que uno va a encontrar. Dicho esto, os cuento.

Como todos los puentes de Santa Faz y siguiendo la dinámica de otros años (bendita la hora que te dejaste el tabaco Mayte), planeamos, mejor dicho nuestro Calleja verediano Antonio, organizó, magistralmente como siempre, el viaje a estas latitudes previamente consensuado por todos. A los viajeros del año pasado, se unieron Menchu y Seve. Y su guitarra. Espero lo hayan pasado bien. En total 12. Creo que en pocos años y siguiendo una progresión pasará a llamarse viaje de fin de curso de Semana Santa. Maravilloso. Las posibilidades de avión desde ALC y las fechas hicieron que saliéramos hacia Varsovia y volviéramos por Cracovia. Un día en la primera y el resto en la segunda. Suficiente a toro pasado para hacer una viajecico completo. Hablaremos de un restaurante enVarsovia y el resto en Cracovia.

A priori elegimos estas ciudades porque últimamente nos habían hablado muy bien de ellas. Polonia, actualmente en la Unión Europea (o lo que queda de ella) ha emergido como un país que sigue manteniendo sus raíces centroeuropeas, muy influenciadas por su pasado "alemán" y por supuesto ruso. Durante muchos años el comunismo soviético la tuvo como país satélite y ahora tras constituirse como una república demócrata se abre al exterior. Tiene una similitud con España tras la muerte del ciudadano Francisco. Aunque siguen teniendo carencias a nivel económico, su apertura al mundo como potencia turística le aporta ese plus que ayuda a lo primero. Realizado este viaje, puedo corroborar lo anterior. Gran país para ser visitado.

VARSOVIA. PODWALE 25 KOMPANIA PIWNA

El centro histórico de Varsovia se reduce a un espacio reducido pero bellísimo. El Palacio Real, la Basílica y sobre todo, la plaza del mercado, arrasada en la segunda guerra mundial, hacen que paseando se pueda tener todo a mano. A pesar de ello, ese día hicimos caminando la friolera de 21 kms!!!!!! Palizón, aunque ahora ninguno se arrepiente de ello. Parques Sajones,  desde Stare Miasto a Nowe Miasto (ciudades nueva y vieja) los trayectos son cortos y se encuentra todo muy a mano. Si ya vas bajando hacia el Parlamento y edificios oficiales, los trayectos son ya más largos. Si bajas hasta Parque Lazienki por Nowy Swiat pues pasa lo que pasa...que terminas reventao. Como así ocurrió. Ciudad con encanto te lleva a épocas anteriores. Centro de cultura. De aquí son Chopin, Copérnico o Madame Curie por ejemplo y por supuesto el gran Robert Lewandowski. Mezcla de estilos arquitectónicos.



Pero habrá que comer no???
A lo que vamos. Aunque la oferta en el centro es muy grande buscamos un restaurante a escasos 10 minutos del centro; pasado el monumento a los pequeños insurgentes y la Barbacana de la ciudad vieja se encuentra el local.




Al ser jueves no había mucha gente y lo encontramos relativamente fácil. Un arco en la calle Podwale, paralela al río nos abre sus puertas. Original la entrada con su viejo camión verde de barriles de cerveza. Al entrar encontramos una ambiente agradable, ya digo poca gente...mejor. Decorado muy de madera con arcos, mesas y bancos grandes en diferentes estancias. Con el biruji que hacía fuera más que acogedor. En el verano parece ser que hay mesas en el exterior bajo de los arcos. La carta pues eso muy bonita....ni p..idea de lo que decía aunque sí venía en inglés. Optamos por lo más sencillo, estando en Polonia y siendo los que somos: "queremos comer así que nos ponen un poco de todo pero por favor mucha cerveza". A la postre, la mejor opción. Pasamos de estar solos en el reservado a empezar a venir camareros, ataviados con traje típico por supuesto, a servir una cantidad de platos que no sabíamos por donde mirar y mucho menos empezar. La gluten free girl sólo miraba.






Como veis, mucha carne. El codillo sencillamente brutal. Para comer tres personas fácil. No soy muy de pato pero a la gente le gustó. Las costillas muy buenas y el surtido de carnes, unas empanadas otras no, pancetas, salchichas, morcillas y no sé que más apoteósico. Lo repetiré en los siguientes sitios pero las ensaladas nos encantaron a todos y no sólo aquí sino en todos los restaurantes que las probamos. Abundantes, te llenan la vista muy lejos de la típica ensalada de atún, tomate y lechuga que comemos habitualmente. Espectaculares. Mucha cerveza y algo de vino. Para finalizar el wodka frío servido como los limoncellos. Buenísimo. Repetimos. Bueno pues todo este homenaje a San colesterol y Santa tensión por un precio interesantísimo. De hecho, si quitamos los licores, a tres euricos el wodka, fueron 22 en total más un t-e-a, nos salió a un precio de menú de bar bajo de casa. Muy recomendable.


Después de esto no quedaba otra que andar así que a lo Forest Gump comenzamos hasta última hora de la tarde.


KARCZMA HALIT, MINAS DE SAL

Después del palizón del día anterior, tocaba traslado desde Varsovia hasta Cracovia. Medio....minibús. Muchos kilómetros y muy malas carreteras en obras permanentes hicieron el viaje pelín tedioso aunque amenizado por tertulias económicas. Confusión con el chófer que llegó tarde y las continuas retenciones hicieron que surgiera un pelín de nerviosismo porque teníamos reservado restaurante justo en las Minas de Sal, ya en Cracovia y entrada a las mismas, antes de llegar al hotel. Comienzo de puente largo en Polonia hizo que el conductor no supiera ni por donde tirar después de haber tomado nosecuantos atajos ya dentro de la ciudad. Marga, la persona con quien contratamos la excursión, nos tranquilizó asegurándonos que la reserva estaba OK y que nos esperaban. Llegamos casi a las 18.00 si no recuerdo mal y teníamos el tiempo justo de comer y a las Minas. La guía, simpática a tope, nos esperaba sin problema.




Ya sentados y sin mucho tiempo para decidir vamos al lío y optamos la mayoría por probar la famosa sopa de champiñones, que se sirve en un molde de pan y es muy típica de allí. De segundo intentamos que todos pidamos lo mismo para ir rápido. Optamos la mayoría por una goulash que viene con patatas cortadas a lo ancho muy ricas. Mucha cerveza y de postres unos pasteles que estaban en el estante de chuparse los dedos. No tengo fotos pero me acordaré toda mi vida de ellos. Fantástico.




No nos dio mucho tiempo a relajarnos porque el último turno de entrada a las minas era a esa hora y la verdad hacer 3000 kms pa ná, pues como que no, así que rápido a la visita. Como se ve, carne y más carne y la ensalada de Belén. Buen precio, buen servicio y al estar justo a la puerta de las minas es el típico restaurante para visitantes. Después de seis horas de coche nos pareció buenísimo todo.


Lo de las minas ya es otro cantar. Visita muy interesante y amena con una guía de lujo y bajada hasta el centro de la tierra. A Menchu le encantó. Volverá.




ONCE UPON A TIME

El siguiente día lo teníamos asignado a una visita por el barrio judío, el ghetto y la fábrica de Schindler. Temprano arriba y una guía también majísima nos explicaría el recorrido comenzando por el antiguo ghetto que los alemanes construyeron en la segunda guerra mundial, visita a la fábrica (todos hemos visto alguna vez la peli) y finalizando en el barrio judío.

Quién es la guia????????


Mañana completa que se desarrolló sin nigún contratiempo. Bonita y emotiva.

Ya finalizado el recorrido y cansados, y sobre todo sedientos, necesitábamos un poco de batido de cebada que el pobre Carlos necesitaba su dosis. Así, que previo a comer, la guía nos aconsejó un pequeño local judío de nombre "Once upon a time". En pleno "kazimierz" justo en frente de la sinagoga Stara y al lado de la otra sinagoga Remu, lindando con el cementerio se encuentra este local. Zona muy concurrida con terrazas y mucho ambiente.




Al entrar al local nos quedamos asombrados no, lo siguiente. Una decoración especial con mesas de madera basta, con máquinas de coser (la singer de mi madre) haciendo de mesa, manteles de ganchillo, encajes, velas, puertas comidas por la carcoma, visillos, al baño era espectacular. Parece ser que este lugar trabaja a full time, es decir desayuno, aperitivo, comida, cena y por las noches bar de copas. Ya digo que sorprendió y es totalmente recomendable.
Después de un buen rato en podernos acomodar decidimos tomar un tentempié para seguir funcionando. Mucha cerveza, para variar y unos patés y unos pierogi, también típicos del lugar. Son como una empanadilla que se puede servir estilo japo o frita rellena. A mí no me llegó al alma.
 La verdad,es que había gente comiendo pero lo veo más como un local para tomar una cerveza o copas por la noche. Eso sí, el ambiente te traslada cincuenta años atrás. Muy a gusto.




Visitados los WC (vaya pelea con las vejigas de algunos) decidimos seguir ruta por el barrio. Algunos gastaron más en urinarios que en cerveza.

PLAC NOWY

Después de patear un buen rato los cuerpos pedían algo sólido ( y un sitio donde miccionar), y tras deliberar, decidimos comer algo en la plaza principal de este barrio. Teníamos reserva en el Starka, en la calle principal pero ya para después de las tres de la tarde. Así que, siguiendo consejo de la guía a la que ya habíamos despedido, nos acercamos a esta plaza  y cancelamos la reserva. La próxima que vengamos lo visitamos. Esta plaza por el día está my concurrida pero parece ser que por la noche es donde la gente joven viene a altas horas para comer y amortiguar el alcohol. Vamos, como el Cucas de San Blas.
Es una plaza circular y en el edificio central se encuentran un montón de chiringuitos donde venden los famosos zapiekanka. Una especie de pan pizza horneados de diferentes clases. Una base de queso y champiñon y encima ya le puedes poner lo que quieras. Decidimos pedir en uno de ellos y pedimos once, uno de cada clase. Con dos cojones. La chica que nos atendió, muy bonito por cierto el jersey verde que llevaba, directamente no atendió a nadie más en media hora.






Bueno, pues una experiencia, quizás ensombrecida por la cantidad de palomas que buscan las migas de los bocatas pero que al ser tan barato, al cambio no pasaba de tres euros creo, pues atractivo para la gente joven. Y nosotros, que lo somos, no nos íbamos a ir sin probarlos.

MLECZARNIA

Una vez saciado el apetito, las vejigas a cero y descansados, decidimos tomar un café en un local que nos recomendó nuestra guía y donde decía que se hacía el mejor chocolate de Polonia. Fue escuchar la palabra mágica y mi páncreas se olvidó del HDL y el LDL. De los sitios que más me han gustado.


Se encuentra en frente del pasaje donde se grabó alguna escena de la peli de Schindler y de hecho en el interior del mismo tienen un reservado para hacerlo terraza con mejor tiempo.


Nada más entrar una decoración otra vez impresionante, con las paredes repletas de cuadros y fotos de hace setenta años, con manteles y cortinas de entonces. Me imagino tomar un café en ese local con el exterior nevado. Tiene que ser una pasada. Recomendable cien por cien. Tomamos Pakito y yo unos chocolates, Belén pues eso y el resto capuccinos. En Alicante no ha vuelto a pedir nadie uno, pero chico allí....Unas tartas y un ambiente bohemio y a la vez familiar. Un agujero en la pared no se de qué pero su significado tendría. Por cierto el chocolate hacía honor a su fama.








Maravilloso.

PASTA BAR

Tras mucho caminar toda la tarde y a pesar de estar cansados pateamos de nuevo el centro de Cracovia.



A la hora de buscar un lugar donde cenar algo y siendo tantos y fin de semana la tarea se hacía más que complicada. Finalmente, fuimos a parar a un italiano!!!!!!! Si, básicamente, porque era el único que nos daba de cenar. Así que, para dentro.


No tengo fotos del lugar pero es un local moderno y en cuanto a la comida pues pizzas y cervezas. De nuevo, mención especial para las ensaladas.






Bien. Para salir del paso.

BIALA ROZA 

Tras una mañana visitando los campos de exterminio nazis, por cierto, visita obligada, y para no tener problemas como el día anterior a la hora de encontrar un sitio para comer, contactamos con Marga para que nos recomendase algo interesante. La idea era pegarse un pequeño homenaje y subir un poquito el listón. Marga nos hizo la reserva y allí nos dirigimos después de, otra vez, atascos en la ciudad, esta vez debidos al maratón de la ciudad que se celebraba ese domingo.
El restaurante se encuentra fuera de lo que es el casco histórico de la ciudad pero andando del centro a un cuarto de hora. No hay grandes distancias en esta ciudad para ir caminando de un sitio a otro.


Llegados al local vemos que es un restaurante de más nivelillo. Manteles blancos, ambiente más selecto, paredes blancas y por el tipo de clientes aparenta ser algo más superior. Como digo, ambiente sobrio pero luminoso y silencio, mucho silencio. Hasta que llegamos nosotros. Nos tienen preparada una mesa y a la hora de elegir decidimos un menú degustación para todos con seis platos, cervezas, muchas, a parte, y por recomendación de Marga pedimos vino de la tierra. Muy bueno la verdad. El nombre lo buscais por el google, chico que idioma más complicao...










El menú estuvo bien. A mi parecer no fue espectacular pero sí cuidado. Bueno pues, cinco platos, más un sorbete antes de la carne y un postre. No os voy a decir qué lleva cada plato porque la verdad ni me enteré. En base a lo que veis haceros una idea. Pero vamos, un foie con frutos rojos, verdura creo que era calabacín con salmón, carne con unos guisantes ni fú ni fa, una sopa que a mí me gustó mucho, sorbete de helado y moras creo y carne para rematar con el postre. Completo.
El vino muy bueno y la cerveza se lo preguntáis a Carlos.





El precio muy bien, tratándose de menús degustación que requieren una elaboración mayor. Al cambio, unos cuarenta euros. En España estos menús son bastante más caros. Como siempre, y es costumbre por estos lares, el vodka que no falte. Aquí venía a pelo, no como en Varsovia y costaba...algo tendrá que hacer esta gente para combatir el frio. Unas risas a cuenta de la propina y a seguir pateando la última tarde por Cracovia.


Jesucristo y los doce apóstoles....dónde está Judas???????


MALINA DOLNA SALAS

Después de recorrer por la tarde la ciudad con visita obligada a la gran Plaza del Mercado, La Lonja, La Basílica, La torre del ayuntamiento y demás edificios emblemáticos de la ciudad, y realizando las últimas compras en modo souvenir, las piernas empezaban a flaquear y el cansancio de los días empezaba a hacer mella. Después de probar unos vodkas en la calle que viene de la puerta Florian al lado de la exposición de pintores en la muralla, seguimos pateando y a última hora cuando nos veíamos otra vez con el mismo problema a la hora de cenar, Pakito se adentró en un localucho que no decía ná de ná por fuera y que luego resultó una agradable sorpresa.



Un local ya digo muy personal. Nada más entrar, unos bancos de madera, una pequeña barra y una escalera vieja que bajaba y otra que subía. Aparentemente parecía el merendero de una zona de descanso de autopista. Las paredes repletas de fotos de boxeadores y siempre con un mismo tío. Sería el dueño pensamos. Digo yo. Nos dicen que nos van a acoplar en dos mesas de seis. Cuando bajamos, flipamos en colores. Un abuelete, el de la película de up, tocando un piano, un ambiente totalmente diferente. Parecía Versalles, con cortinas largas y sillones Luis XV manteles bordados, sillas tapizadas. Algo que aún no entiendo, una especie de altar de misses, supongo que conocidas. En fin surrealista. Porque ibas cruzando salas y volvías a los bancos de madera y continuabas y más ganchillo y telares. Algo imposible de catalogar. Sólo hay que ir y verlo.






Para comer pedimos un variadito. Algunos probaron otra vez la sopa de champiñones, otros como yo el goulash, la ensalada de Belén, los pierogis esta vez fritos, un tartar. Carlos, cerveza y algo para picar. Como veis nada de pescado. En las cartas aparece pero nadie se tira al rollo. Eso sí, otra vez las ensaladas de diez.









Ultima noche y última cena....los doce apóstoles jajaja. Muy bueno todo. Servicio más que correcto, muy atentos. La comida buenísima. Variedad, cantidad y precios muy atractivos.
Merece la pena visitarlo sólo por ver la cosa rara que es. Peculiar.









Y fin.
En resumen, unas ciudades con mucha oferta para comer, visitar, disfrutar, con historia, facilicas de recorrer, con ambiente y que aseguran una estancia genial.

Espero no haberos aburrido mucho. Espero también que a todo el que lo lea le sirva de ayuda. Espero además que todos los que visiten estas ciudades y estos bares no penséis en guardar la línea. Espero que lo paséis tan bien como yo lo he pasado y lo disfrutéis lo mismo que yo.

A mis apóstoles pues lo de siempre...que sin vosotros nada de esto se llevaría a cabo y que hay que ponerse a pensar ya en el año que viene.

Me lo paso pipa con vosotros. Os quieroooooooooo.......

By Joe.