Pues de nuevo escribiendo unas palabrillas en este blog que como siga así se queda por el camino. Verano totalmente desastroso con imposibilidades manifiestas para cuadrar días, que han hecho que no haya sido muy prolífico al menos en cuanto a grupo se refiere. Que a título individual cada uno tendría para su propio blog pero muy gandules son estos para echar un rato en el teclado.
Como digo, ni chicha ni limoná. Aún así, y aunque no nos hemos juntado, voy a hablar de un lugar que apenas lleva funcionando unos meses y no conocía: El Mullador.
Y es que, con motivo de la quedada este mes con mi peñica querida, aquella que con quince años tomaba saforoskis en el buki y hoy planea la celebración de sus cincuenta tacos, decidimos juntarnos a ver lo que salía. Tras la reunión en Alfaz en verano y en Albacete a finales de éste, tocaba Alicante. Así que fijamos una fecha con muuuuucha antelación para que no faltase nadie, algo totalmente imposible, pues faltó el de siempre.... Motivos personales impidieron a Pedrito desplazarse desde Albacete y bien que se le echó en falta. Los presentes lo disfrutamos el doble para suplirlo y mandarle energía positiva. A pesar de todo,lo seguimos queriendo.
Por recomendación de Felipe, que previamente lo había visitado y porque conoce a alguno de los cocineros, decidimos acercarnos a este bar. Como decía, de reciente apertura, situado por el Plá y siendo sábado, en medio de toda la vorágine del mercado semanal, es un local no muy grande y con algunas mesas fuera en la acera. Tiene pinta de bar de siempre pero parece ser que intenten cuidar bastante el menú diario y por ello presentan ofertas muy atractivas a precios muy interesantes. Es lo que se lleva, el menú diario para asegurar y la carta como algo muy alternativo.
Felipe se encargó de fijar el menú y así nos lo hizo saber con antelación. Al concretar la reserva nos pidieron elegir el principal que íbamos a tomar. Tampoco lo entiendo mucho pero en fin, al menos sirvió para debatir. 280 guasap para decidir acerca de uno u otro cuando en realidad tampoco había mucho donde elegir. El principal era fideua de calamar, sepia y gambas, rossejat de secreto y verduritas o bonito a la plancha. Vamos... nada arriesgado. Feli y yo nos decidimos por el fideua y el resto por el secreto y verduritas pero en vez de rossejat con arroz que eso de los fideos a alguno no le cuadraba...banda de periflús. Todo porque al único que no le gustaban los fideos se puso caborro, por cierto, el único que luego no vino. Ya digo, que dio mucho juego. El resto, unas entradas al centro, dos bebidas, postre y café. Todo por 20 euritos que a toro pasado nos pareció bien de precio.
Decidimos vernos en el restaurante, y allí estuvimos a la hora prevista, sin que sirva de precedente.
Os pongo fotos.
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| tomate preparado y all i oli de mújol |
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| arañas de Santa Pola |
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| ensalada mullador |
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| brochetas de gamba con salsa romescu |
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| croquetas de jamón y boletus y mollejas |
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| chupa chups de pollo con salsa queso y chile |
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| mejillones en salsa |
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| fideua de calamar sepia y gambas |
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| arroz con secreto ooy verduritas |
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| postre variado |
Originales las arañas de Santa Pola, cangrejos rebozados que se comen enteritos y que no había visto nunca. Muy ricas todas las croquetas, nada aceitosas y en especial muy rica la de boletus y mollejas. También me gustaron mucho las piruletas de pollo. Los arroces, presentación de diez. En su punto de cocción. Con fundamento, pero, y ahí todos coincidimos, pasados de sal, algo que a mí particularmente no me molesta, pero sí fue extraño que pasara en los dos arroces. De postre, dulces como de membrillo o algo parecido, tarta de hojaldre y trocitos de brownie. Café y foto. Para beber, un par de botellitas de Ramón bilbao, cervezas y algún tinto de verano.
Pues hasta aquí la comida. Repito, abundante pero variada y con buen sabor en general. Los peros...pues eso, la sal de los arroces y fundamental, que la chica que nos atendió nos hizo veinte fotos y ninguna bien. Su simpatía y trato lo compensa pero tampoco estaría mal enfocar un poquito antes de hacer la foto..jajajaja.
Y una vez comidos pues a callejear que Alicante ese día estaba a tope. Unas risas y tras mucho deambular toda la tarde, terminamos a última hora en The october press, tomando las últimas copillas allí y culminando un triángulo perfecto. En ese momento mi estómago dijo basta y puse pié a tierra. El resto, siguió, como pudo, cenando en Labradores y culminando fiesta en el Barrio. Vamos, un completo.
Al final, ni concretamos ni planeamos nada en relación al 2017. Otras ocasiones habrá. Nos acordamos mucho de Pedrito, que esperemos que para la próxima esté presente. Y lo dicho, habrá que juntarse otra vez para ver que narices hacemos.
Como siempre, y más después de tener que soportaros más de 35 años, fue un placer seguir compartiendo momentos con vosotros.
By Joe.
