FEBRERO/16
Tras el parón navideño y descansados los estómagos de tanto sarao, aprovechando que un año más la lotería nos dejó un par de terminaciones, era hora de darle movimiento al dinerillo, que el aumento del consumo siempre favorece a la economía del país. Ya teníamos ganas hace tiempo de visitar El Portal, restaurante convertido ya en un referente en esto del comer alicantino. En un lugar estratégico, pleno Portal de Elche, ha conseguido, como he dicho, colocarse en lo alto de la tabla gracias a su cocina. Además de ésta, también ofrece un servicio non stop adecuando el local en las horas entre comidas como coctelería por las tardes o noches o bien aprovechando su barra a cualquier hora. Vamos que puedes comenzar tomando aperitivos acompañados de un buen vino en la barra, comer respaldado por una excelente carta, tomar unos pelotazos vespertinos magistralmente preparados, cenar y continuar con los pelotazos, jajaja. Todo ello en un local decorado de forma muy original, una mezcla de taberna, restaurante chic, barra de aperitivo y bar de copas, con una música permanente y sugerente de fondo que en ningún caso se hace pesada, con un servicio muy especial, platos excelentes, vinos para aburrir, gente chula y si ya la factura es un chollo pues para no salir en dos días de allí. Por desgracia, lo último no se cumple...si así fuera sería la leche. Pero amigo mío, lo bueno se paga. También es cierto que es posible hacer una visita sin pasarte más de la cuenta, aprovechando las sugerencias del día que aparecen en la pizarra de fuera y que son muy asequibles. Sobre este local todo el mundo que lo conoce habla lo mismo de él, luego imposible equivocarte y además una vez visitado vas a pensar lo mismo que el resto.



En esta ocasión nos acompañó Carlos que se recupera de su vuelta de tierras orientales. Se está "malacostumbrando" al descanso.
Previa reserva, por supuestísimo que si no es así ni flowers. Lo pudimos comprobar in situ al ver todo el local repleto cuando llegamos para ser un miércoles.
Ya acoplados unas cervezas y un vistazo a la carta. No es una carta personalista con platos de cocinero estrella, pero sí es atrayente y muy diversa. Como siempre, pedimos opinión a la chica que amablemente nos atiende y decidimos como siempre pedir varios platos. A la postre nos decantamos por probar los mejillones tigre que venían en forma de croqueta no con la concha del mejillón, croquetas de boletus y jamón ibérico que más bien eran croquetones, huevo a 65 grados con panceta y trufa servidos en una cazuelilla, mollejas de cordero con ajetes, ensalada de tomate con capellán, alficoz y habitas, atún dos colores con jengibre y para culminar unos portalitos de solomillo, para mí con queso stilton, el que escribe para los niños y hamburguesa de kobe para Carlos. De postre, nos recomendaron las lágrimas de chocolate con pan, aceite y sal, recordando a los bocatas que me hacían de crío y un tatín de manzana que viene con helado y ya nos dijeron que tardaría porque el hojaldre ha de hacerse. En fotos quedaría así:
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croquetas de boletus y jamón ibérico |
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mejillones tigre |
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huevo a 65 grados con panceta y trufa |
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mollejas de codero |
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ensalada de tomate y capellanes |
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atún dos colores con jengibre |
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portalitos de solomillo cono queso stilton |
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la hamburguesa de kobe de Carlos no esperó |
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tatín de manzana |
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lágrimas de chocolate con aceite y sal |
Para beber, comenzamos con un pago de los capellanes (para variar jajaja) y continuamos con un 4 kilos, recomendación del sumiller. La verdad, no nos terminó mucho.


Decir que, como veis, la presentación de los platos no es espectacular en cuanto a diseño pero no está mal del todo. De sabores perfecto. Hubo para todos los gustos. A Carlos y a mí, los atunes ni fú ni fa. Quizá porque no somos muy atuneros. Al resto sí. Las croquetas a todos nos gustaron, así como los huevos. También el tomate con capellán. Las mollejas gustaron mucho a Germán. El chocolate con aceite y sal me encantó, a otros menos. Me recordó al que me hacía mi madre. El tatín muy bueno pero algo frío el hojaldre. Vamos que porque tengo que rellenar un poco esto....comimos de puta madre!!!! Si es que nos hacemos muy exigentes. Uniendo todos los cabos decir que la comida estuvo de lujo, servicio de lujo con dos personas al servicio, por cierto, la de sexo femenino pues eso femenino, sumiller y coctelero, con un ambiente de lujo, con cuatro colegas de lujo, con unos gintonics de lujo. Qué más se puede pedir... miércoles de lujazo total.
Ya digo que después de los cafés, el coctelero nos atendió y nos ofreció unos aliviaos. Muy bien. Tienen una ginebra del mes pero puedes perderte en todo lo que tienen.
Salimos ya tarde pero el local seguía lleno pues a la vez que gente terminaba de comer entraba otra a tomar alguna copilla. Como dije al principio, si te pones no sales hasta la madrugada.
Pues eso es todo....hasta la próxima y que no se alargue en el tiempo.
Como siempre fue un placer.
By Joe.