domingo, 31 de mayo de 2015

BAR LLINARES...NUEVA VISITA

MAYO/15

 Pues cada vez se va  haciendo más complicado cuadrar agendas personales para juntarnos un rato y hablar de lo divino y humano tras  un mantel. Es  por ello que surgió casi sin pensarlo y en una abrir y cerrar de ojos tomar algo no muy lejos y además con poco tiempo, para que la llama siga viva y no decaiga. Decidimos jugar sobre seguro y nos decantamos por acercarnos al Bar Llinares, cerca  de casa, para salir corriendo rápido, y además, un sitio que conocemos de otras veces, aunque en mi caso particular no había visitado desde que está ubicado en su nuevo local.

En alguna otra entrada ya  hemos hablado de este peculiar restaurante. En mi opinión más peculiar antes que ahora debido a su anterior emplazamiento en Rabasa, pero que sigue manteniendo su misma estructura. Sólo abre fines de semana, marisco fresco, buena opción si decides un arroz previo aviso, relación calidad-precio aceptable y buen servicio por parte de José y familia. Repito, no ha cambiado nada de su anterior estructura, tan solo el local.

No me extenderé mucho para ser consecuente con el tiempo que estuvimos y dedicamos al arte gastronómico, porque la verdad, ir con prisas y estar pendiente del reloj no ayuda a que la situación sea lo placentera que debiese.

 Tras cervecear bajo de casa haciendo tiempo para que todos llegaran  nos acercamos, ya  he dicho que está al lado de casa, para llegar casi los primeros. Sólo había una mesa ocupada, nada  que ver con lo que ocurrió después, ya que, se llenó rápidamente e incluso hubo gente que no pudo coger mesa y buscar otro sitio. A pesar de ser viernes. Nosotros sí habíamos reservado.


  Como he dicho poco tiempo disponible y picaeta rápida y a lo seguro. Quisquilla fresca, como siempre de lo mejorcito, berberechos, navajas, hueva, ensalada de capellanes, calamar y algo de gamba roja.










 Como se  ve, rápido y sencillo. Todo muy bueno, aunque en esta ocasión las navajas no estaban del todo impresionantes en sabor y tamaño, y los berberechos, ya nos indicó la mujer de José que habían venido con mucha arenilla. No desmerece el resto.

 Para beber probamos varias opciones.




 Y por último unos carajillos de los auténticos que saben a gloria.


 Y poco más. Ni postre nos dio tiempo a tomar porque tuvimos que salir corriendo. Que estrés. Esto no son formas. En fin, que la próxima sea más extensa en tiempo.

 Como siempre, buena compañía...da gusto. Hasta la próxima.



 Un placer, corto pero placentero...

 By Joe.