lunes, 23 de diciembre de 2013

COMIDA EMPRESA NAVIDAD EN DAVIS....PARA OLVIDAR.

DICIEMBRE/13

 Me llena de orgullo y satisfacción.....así empieza nuestro monarca su felicitación navideña todos los años, algo que por una parte da comienzo "oficial" a las fiestas navideñas y que por otra se ha convertido en un clásico por excelencia el día veinticuatro de diciembre, por encima del torneo de navidad del real madrid de basket.
 Aunque hay algo todavía más siginificativo y emblemático en estas fiestas que cogemos con tantas ganas y rápidamente odiamos. Las comidas de empresa. Estas sí que son un clásico en toda regla. Llegan estos días  y nos entra a todo el mundo unas ganas de ir a comer o cenar y de copas, en muchos casos con gente que te cae mal, exagerada, que colapsa bares, restaurantes, pubs....
Se van de cena o comida de empresa los trabajadores de una fábrica, comercio, gran superficie, empresa, negocio, etc, aunque su estimado jefe no les pague, sus horarios sean una castaña, los eres corran que no veas, las condiciones laborales sean pésimas....
Se van de comida o cena los amigos que no se ven hace años, los del instituto, de la uni,  las asociaciones de AMPAS de los colegios, los vecinos de escalera, los padres de los niños que hacen judo, fútbol, o cualquier otro deporte, los socios  del club de tiro al plato, las catequistas de San Gabriel, los del Catecumenado, como dice Germán, el equipo de petanca de Rabasa, el de fútbol de Plaza Argel, la dupla de dominó del Plá de Bon Repòs, la foguera Benalua......
Y ante semejante despliegue prenavideño, nosotros no podíamos dejarlo pasar aunque solo fuera por orgullo torero.
 El grupon se ponía en marcha (repito grupon, sin o antes de u y sin acento, para los amantes de la buena ortografía que aquí no se copia de nadie, no nos vayan a denunciar por plagio).

Las  alternativas como siempre eran muchas  pero había que atender quehaceres familiares por la tarde y la cosa no podía extenderse mucho. Por tanto, se descartó el ansiado To-bar, que ya canta y buscamos otras opciones  más cercanas y cómodas. Hace ya unos días me venían hablando muy bien de una cervecería que parece ser se ha reinventado en cuanto a cocina se refiere en los últimos tiempos. Hablo del Ensayo, en la Plaza de la Viña, antiguamente un pub de jazz donde daban conciertos y actualmente, no se si siguen con la música, un buen lugar para comer bien con menús y carta muy decentes. Al menos, es lo que yo he oído y me han comentado. Como no teníamos mucho tiempo, dado que la tarde estaba ocupadilla, necesitábamos un sitio que no estuviera muy lejos y así poder llegar a tiempo. Este parecía el sitio perfecto.
Y el presagio se cumplió. Cuando se habla tan bien de un lugar algo tiene que tener. Y es que cuando llegamos, temprano, que teníamos la mosca detrás de la oreja, estaba todo ocupado, hasta la barra estaba cogida y con segundos turnos. El camarero que nos atendió, por cierto muy majete, nos comentó que era un día especial pues tenían más de una comida de empresa pero que de todas formas llamáramos antes de ir si queríamos volver porque suelen estar llenos y no digamos los fines de semana. Volveremos.
Tras el chasco nos quedamos un poco chafaos, aunque por lugares y sitios no iba a ser. Después  de una deliberación rápida en la misma puerta del bar decidimos ir al Davis. Alguno ya habíamos estado y yo concretamente la última vez cenamos muy bien un grupo de amigos con un menú cerrado muy barato. Además, este restaurante cuenta con una  barra muy selecta donde poder tapear de escándalo. Con estos precedentes, todo parecía que iba a salir bien después de la improvisación.
Pues no, salió como el culo literalmente y os explico.
En principio, el bar estaba bastante completito con muchas comidas  de empresa y alguna otra con gente que parecía que estaba  en su hora de comida. Ah y cuatro cazadores ataviados con el mismo patrón, jersey verde de lana con muchas letras y cuello subido, pantalón de pana y panama jack al uso. Supongo que dejarían el land rover en la puerta...
La camarera que nos atendió nos da la posibilidad de pedir un menú con ensalada y arroz, cochinillo asado o sepia con cebolla de segundo y postre. Como a ninguno nos apetecía lo verde, le comentamos que vamos a pedir del menú los segundos y nos salimos de la carta para  las  entradas. Así pedimos una  ensalada de salazones(tres salazones debían haber dicho), una ensaladilla rusa muy fina y un pulpo asado bueno también. De beber un tintorro del Puerto. Y de segundos, tres de arroz  a banda y una  de cochinillo. Postre y café.
Comer comimos. Sin estruendo ni fuegos artificiales. La ensalada muy pobre en salazones. La ensaladilla muy buena y fina. El pulpo también muy bueno.
El  primer problema vino con los segundos que realmente eran muy tristes en cantidad y calidad, puesto que la paella venía seguro de una de cuarenta y el cochinillo lo intuímos no más. El postre bien.
El segundo problema y para mí más importante vino con la factura. Uno no es calvo porque se le caiga el pelo y que le intenten tomar el poco que le queda pues como que no. Nos presentaron una factura desorbitada cobrándonos todos  los platos a precio de carta cuando en realidad solo nos salimos en los entrantes. Es decir lo lógico hubiera sido que nos cobraran los cuatro menús más el vino, la ensalada, el pulpo y la ensaladilla puesto que todo lo demás era del menú. De hecho así se  lo hicimos saber a la chica que nos atendió y que trasladó nuestra queja al dueño.
Viendo la  cagada que habían hecho, nos contó una película de romanos, que si había hecho una paella para dos y luego otra para uno, que si los carajillos...en fin que nos trajeron una nueva factura más  barata pero que ni así se acercaba  a lo que habíamos comido. Lo dejamos estar y nos fuimos, PARA NO VOLVER lógicamente.

Yo pienso, y es mi opinión que un restaurante lo que tiene que darte en primer lugar es de comer, ofrecerte su comida, ser artista con  su producto, que luego ya se verá si  puede vivir de eso, pero si antepones la pela a lo que estás ofreciendo pues mal vas. De hecho, creo que hay cuatro que no van a volver. De hecho, ni una disculpa, dejaron a la pobre chavala que nos explicase lo inexplicable...mal.









En fin, que sin más cumplimos con la tradición por excelencia de estas  fiestas y la verdad es que creo que la improvisación nos llevó al error aunque no siempre va a salir bien....que de todo hay en la villa del Señor. De hecho hubo retirada rápida que la tarde estaba complicada.











Aunque sea  así, fue un placer como siempre....

By joe.